miércoles, 5 de noviembre de 2014

Parto por partida doble, dolor por partida doble.

Antes que nada, agradecerles wawimamis y wawimigos por seguir este lindo y humilde blog, que con mucho empeño y cariño hago. Espero poder compartir mis experiencias, aciertos y fallidos como mamá. Gracias por el follow!



Bueno, empezaré por contarles mi parto!
Nooo, por favor no queremos ver fotos!!!
Jaja, no se preocupen que no lo publicaré ;)


Para darles solo una idea de cómo estuvo mi esplendoroso semblante ese día.







Contracciones.

Toda mujer que ha tenido un parto natural, sabe perfectamente como es ese asqueroso dolor.
Para mis wawiseguidores, mas o menos duele así:
Imagínate que empiezas a sentir un dolor por la parte baja de tu cintura, un cuchillito atraviesa tu columna, tu abdomen, tu vientre, tu cerebro!
Luego se añade otra cuchillita más y así sucesivamente, hasta que sientes cientos de esas filudas cuchillas que llegan a invadir tu cuerpo cada 20, 15, 10, 5 y 3 minutos.
No puedes respirar, moverte mucho menos hablar, sientes como tu cerebro se pone en piloto automático y solo sabes que aún sigues viva porque respiras. Así tal cual.

Dilatación.

No quiero ser muy explícita con este tema, pues seguro me lees cuando estás tomando una merienda y lo que menos quiero es causarte nauseas o vómitos.
Supongo que sí sabrás lo que es una dilatación en el proceso de un parto, bueno, suponiendo que sí lo sabes explico mi experiencia.

Gracias a Dios, a los apus, al universo! Dilaté rapidísimo, en 4 horas ya estaba en 10, pero para llegar a ese número que toda mujer en ese proceso quiere llegar, pasé por muchas ayuditas dolorosas.
Solo para explicar que esa ayudita es un dolor muy aparte que el de las contracciones.

Llegué a 10! Vamos a la sala de partos, ya está lista! exclamó la Doctora.

Llegamos, ahora hago un paréntesis.
La madrugada de ese día tuve contracciones desde las 12 am hasta las 7 am, osea, no dormí NADA, ni un pestañeo, NADA,

Sigo,
María Fernanda cuando sientas una contracción pujas con todas tus fuerzas, dijo mi doctorcita.

6:50 Pujaaa!
no salía Rebeca

7:10 Pujaaa!
no salía Rebeca



7:25 Puja!
no salía Rebeca

7:35 Pujaaaaaaaaaaa!
no salía Rebeca






7: 38 Pujaaa
me quedé....DORMIDA!


Y así sucesivamente hasta las 8:00 pm que tuvieron que realizarme una cesárea de emergencia.
Para ser franca, ya no quería pujar, solo quería dormir y tener a mi bebe fuera de una vez por todas.
Mi querido esposo, que a mi lado estaba, tenía una cara de troll, pues con cámara en mano, esperando ese ansiado momento que vería por primera vez a su hija, no se dió, pues me quedé dormida.








La cara de mi esposo al ver que su querida esposa se quedó dormida en pleno trabajo de parto.

LITERAL.








Cesárea.

8:00 pm llegué a la sala de cesárea con las contracciones que eran insoportables, Rebeca quería salir por ahí! pero no podía .... y por qué? Porque me quedé dormida, ya no tenía fuerzas :(

A las 8:05 sentí el pinchazo más hermoso de mi vida. Vi el arco iris, la laguna con patitos, el unicornio y las flores, me pusieron la hermosa, adorada y alabada, epidural.

8:20 pm. Escuché el sonido más hermoso que mis oídos jamás habían oído, era el llanto de mi bebé.
La sostuve y la besé, no podía aguantar las lágrimas, definitivamente fue el día más doloroso y hermoso a la vez.


13 de agosto del 2014.
La espera, terminó.





Tuve en mis brazos a mi alma y corazón que pesó 3 kilos 750 gramos. Gracias a Dios por su maravillosa creación.

Y como no todo es felicidad, al día siguiente.


El dolor de la cesárea.